¿Qué nos depara el 2023?

 Año nuevo, vida nueva. Año nuevo, economía en recesión.

El Fondo Monetario Internacional viene avisando desde finales de 2022 que la recesión económica prevista era grave, haciendo especial mención al recién estrenado año: 2023 quedará marcado por la desaceleración económica, inflación persistente y consecuente contracción monetaria, problemas en economías emergentes y desarrolladas e incertidumbre y pesimismo por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.

Kristalina Georgieva, la directora del Fondo Monetario Internacional, ha anunciado que nos quedan muchas pesadillas económicas por vivir. No mucho más tranquilizadores son los avisos de Larry Summers, que advierte de la persistencia de la inflación y en la dificultad para bajar los precios sin que una recesión económica en Estados Unidos arrastre con ella a la economía global. Otros expertos, sin embargo, no comparten esta perspectiva y aseguran que no se trata de algo de lo que debamos temer.

La pandemia y la derivada inflación han influido negativamente en la política monetaria. Influye también que grandes economías como la rusa o la china en estos momentos únicamente presten atención a la invasión a Ucrania y a la política anticovid, respectivamente. 

En Europa preocupa el precio de la luz y el gas, y en Estados Unidos no deja de haber tensión ante la incertidumbre del futuro económico si esta situación se alarga.

Se espera un aumento del PIB poco llamativo: será el más bajo desde 2001 sin tener en cuenta la crisis financiera de 2008 y los meses de pandemia. La principal preocupación del FMI es la inflación, tanto por el riesgo de que se convierta en algo perdurable como porque reduce el poder adquisitivo de los ciudadanos y puede acabar derivando en inestabilidad política y social.