Las Edades de la Globalización

 Hoy en día bastan tan solo unos segundos para saber lo que está pasando en cualquier lugar del mundo. Si alguna vez te has preguntado ha evolucionado la relación entre los países, este libro te interesará. 

El autor, , Jeffrey Sach, divide la historia de la humanidad en siete etapas de la globalización: la Edad Paleolítica, nuestra prehistoria, cuando los humanos llevaban un estilo de vida nómada; la Edad Neolítica, cuando empezó la agricultura; la Edad Ecuestre, cuando la domesticación del caballo y el desarrollo de la protoescritura permitieron el comercio y las comunicaciones a larga distancia; la Edad Clásica, cuando surgieron los primeros grandes imperios; la Edad Oceánica, cuando los imperios empezaron a expandirse a través de los océanos; la Edad Industrial, cuando algunas sociedades, con Gran Bretaña a la cabeza, marcaron el comienzo de la economía industrial; y la Edad Digital, la actualidad llena de tecnología, redes sociales y conexión a Internet.

¿Con qué fin nos cuenta esto Sach? El saber no ocupa lugar, pero podemos intuir que el autor quiere llegar a alguna parte al informarnos de la historia de la humanidad. En el último capítulo vienen recopilados aquellos mensajes que quiere transmitir al mundo, problemas actuales que debemos afrontar y que analiza para presentarlos de la forma más simple posible. Se tratan del desarrollo sostenible (un estilo de vida que no impida el crecimiento del PIB per cápita pero que sea compatible con el cuidado del medio ambiente), reducir la pobreza ,y mantener paz y valores universales (esos que evitarían que hubiera guerras, discriminaciones,...).

La clave para conseguir los objetivos de eliminación de la pobreza y de alcanzar un desarrollo sostenible está en la mejora de la tecnología. Aquellos países que inviertan hoy en I+D serán ricos en el futuro. El problema viene cuando países pobres no pueden financiar o no le dan importancia a la innovación mientras que otros sí destinan dinero a ese fin, pues cuando hablamos de objetivos globales, las soluciones tienen que ser un conjunto del esfuerzo de todos los países.

Por lo tanto, para atajar esos problemas debemos incorporar una visión amplia y una mejo, contando con la fuerza de actualización de todos.